Kino MacGregor tiene un plan para ti: usa estos cuatro sencillos pasos para guiar tu práctica, desarrollar la fuerza interior y lograr la codiciada pose. Ve a buscarlo.
Me tomó cinco años de práctica antes de poder hacer el pino. No era naturalmente fuerte. Nunca fui bailarina ni gimnasta. Se trata de práctica.
El yoga es personal. Solo tú puedes elegir volver tu mente hacia adentro y experimentar la verdad más profunda. Nadie puede recorrer tu camino por ti. Hay una humildad que solo se puede cultivar a lo largo de los años de ponerse en el tapete y trabajar. No hay sustituto para escuchar esa tranquila voz de fuerza que dice que mantendré el rumbo y mantendré la fe, sin importar cuánto tiempo tome, en los días buenos y malos, con tenacidad, concentración, paciencia, sinceridad y alegría.