Yoga prenatal: el secreto para prevenir el trasero caído posnatal

Un trasero caído es un efecto secundario común del embarazo, pero puede prevenirlo, o corregirlo, fortaleciendo los músculos correctos.

Las mamás con las que trabajo después del parto a menudo quieren abordar un vagabundo que se les ha caído hasta las rodillas. Esto es común en el embarazo, pero se puede prevenir o corregir.

Antes del embarazo, la mayoría de nosotras tenemos flexores de la cadera tensos debido a nuestros hábitos en la vida diaria, sentados en autos y escritorios, y tiran de la pelvis hacia adelante, arqueando la curva de la columna lumbar (lordosis). Durante el embarazo, a medida que aumenta el peso del bebé, la pelvis se acomoda inclinándose más hacia adelante. Esta inclinación de la pelvis estira los isquiotibiales, lo que hace que sea mucho más difícil engancharlos.

Si no hacemos nada para tratar de mantener activos los isquiotibiales, se debilitan y otros músculos, principalmente los cuádriceps, comienzan a compensar. Este patrón crea desequilibrios en el cuerpo y da como resultado un debilitamiento de los glúteos. En última instancia, el cuerpo trasero se vuelve "perezoso" a medida que el cuerpo delantero se hace cargo. Ahí es cuando vemos el temido trasero aplastado caer hacia la parte posterior de las rodillas. Si mantenemos los isquiotibiales despiertos y fuertes durante el embarazo (me gusta usar dos tipos diferentes de sentadillas), podemos minimizar el desarrollo de estos desequilibrios, ¡manteniendo el trasero justo donde pertenece!

3 formas de mantener su trasero levantado

Sentadilla profunda

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